Esta historia de Daniel Glattauer, retrata las vidas de Emma, Emmi y de Leo, dos personas que accidentalmente se conoces mediante mails y como quien dice, se empiezan a escribir...
No es la típica historia con final feliz, no, es increíble cómo se tratan Leo y Emmi, él con su actitud de sensible-tímido-cobarde-romántico (en ese orden) y ella con su lengua mordaz, y cómo retratan las palabras perfectamente un acotado (y a la vez amplio) mundo de sensaciones...
Los personajes secundarios son muy bien hechos y complementan la historia de Leo y Emmi, el marido me dio un poco de pena :|
Amé, las conversaciones junto al vino y las noches largas de conversación, y cómo el deseo de ambos entra en conflicto con "el mundo exterior"... Y cómo las palabras pueden enfermar y enamorar ^^
Queda claro que Leo Leike es uno de mis tantos prototipos de hombre, y como bien dice él, que quede en mis fantasías... :D
Hoy empiezo la segunda parte, "Cada siete olas", esto indignación, no es justo :(
Después les cuento cómo me fue.
PD: Es genial que retrate esta historia un hombre. Basta con el concepto que los hombres no se sensibilizan y que las sólo las mujeres podemos escribir novelas rosa.
Crítica complementaria
Miss Eugénie
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